sábado, 27 de junio de 2020

NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO



27 de Junio de 2020

María, Madre de Dios y Madre nuestra, es muy importante para la espiritualidad redentorista. San Alfonso era tan devoto a la Virgen María, que consagraba a ella todos sus esfuerzos. De hecho, es el autor del famoso libro llamado: “Las Glorias de María”. Aunque nuestra patrona es la Inmaculada Concepción de María, en muchos de nuestros apostolados hemos dado a conocer el Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

Patrona de los Padres Redentoristas y cuyo icono original está en el altar mayor de la Iglesia de San Alfonso. Esta imagen recuerda el cuidado de la Virgen por Jesús, desde su concepción hasta su muerte, y que hoy sigue protegiendo a sus hijos que acuden a ella.

El icono de la Virgen, pintado sobre madera, de 21 por 17 pulgadas, muestra a la Madre con el Niño Jesús. El Niño observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura pasión. Se agarra fuerte con las dos manos de su Madre Santísima quien lo sostiene en sus brazos. El cuadro nos recuerda la maternidad divina de la Virgen y su cuidado por Jesús desde su concepción hasta su muerte. Hoy la Virgen cuida de todos sus hijos que a ella acuden con plena confianza.

Hoy en día la devoción a Nuestra Señora del perpetuo Socorro se ha expandido por diversos lugares, construyéndose iglesias y santuarios en su honor. Su retrato es conocido y venerado en todas partes del mundo.

Les dejo está hermosa oración a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

Oh Santísima Virgen María, que para inspirarnos una confianza sin límites has querido tomar el dulcísimo nombre de Madre del Perpetuo Socorro: yo te suplico me socorras en todo tiempo y en todo lugar: en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades en todas las miserias de la vida y sobre todo en el trance de la muerte. Concédeme, Oh Amorosísima Madre, el pensamiento y la costumbre de recurrir siempre a ti, porque estoy cierto que si soy fiel en invocarte, tú serás fiel en socorrerme. Dame pues esta gracia de las gracias, de invocarte sin cesar con la confianza de un hijo, a fin de que por la virtud de esta súplica constante obtenga tu Perpetuo Socorro y la perseverancia final. Bendíceme, Oh tierna y cariñosa Madre y ruega por mí ahora y en la hora de mi muerte. Amén.

CAMINA CON MARIA!!!.
A JESÚS POR MARÍA!!!.


EVANGELIO DE HOY
San Mateo, Capitulo 8, 5-17


SANTO DEL DÍA
San Cirilo de Alejandría, Obispo y Doctor de la Iglesia

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