lunes, 3 de agosto de 2020

REPARACIÓN Y DESAGRAVIO AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA



Estamos viviendo tiempos difíciles en las que nuestra Fe está siendo atacada ferozmente.  Nosotros los Cristianos Católicos debemos unirnos más que nunca en oración y hacer reparación a los Inmaculados Corazones de Jesús y de María.
Todos estos actos de la devoción, deben hacerse con la intención de reparar las ofensas cometidas en contra del Inmaculado Corazón de María. Aquellos que la ofenden cometen una ofensa doble: ofenden a su Divino Hijo, y ponen en peligro su salvación. Esta reparación hace énfasis en nuestra responsabilidad hacia los pecadores que no oran y no hacen reparación por sus pecados.

Esta devoción nos recuerda de que para ir a DIOS debemos amar a nuestros semejantes y tratar de salvar sus almas. También nos enseña una forma amorosa de hacerlo, a través del espíritu de reparación al Inmaculado Corazón de María. Llenemos nuestro corazón de amor y misericordia hacia los hermanos que están alejados de DIOS, inmersos en sus fragilidades humanas y se olvidan de que DIOS es lo único e importante en nuestras vidas.  SOLO UNA COSA ES IMPORTANTE, EL AMOR DE DIOS.  TENERLO CONTENTO SOLO A EL.

A continuación les dejo una hermosa Oración de Reparación y DESAGRAVIO al Inmaculado Corazón de María.

¡Oh Inmaculado Corazón de María, traspasado de dolor por las injurias con que los pecadores ultrajan vuestro Santísimo nombre y vuestras excelsas prerrogativas! Aquí tenéis, postrado a vuestros pies, un indigno hijo vuestro que, agobiado por el peso de sus propias culpas, viene arrepentido y lloroso, y con ánimo de resarcir las injurias que, a modo de penetrantes flechas, dirigen contra Vos hombres insolentes y malvados.
Deseo reparar, con este acto de amor y rendimiento que hago delante de vuestro amantísimo Corazón, todas las blasfemias que se lanzan contra vuestro augusto nombre, todos los agravios que se infieren a vuestras excelsas prerrogativas y todas las ingratitudes con que los hombres corresponden a vuestro maternal amor e inagotable misericordia.
Aceptad, ¡oh Corazón Inmaculado!, esta pequeña demostración de mi filial cariño y justo reconocimiento, junto con el firme propósito que hago de seros fiel en adelante, de salir por vuestra honra cuando la vea ultrajada y de propagar vuestro culto y vuestras glorias. Concededme, ¡oh Corazón amabilísimo!, que viva y crezca incesantemente en vuestro santo amor, hasta verlo consumado en la gloria.
Amén.

Rezar tres Avemarías en honra del poder, sabiduría y misericordia del Inmaculado Corazón de María, menospreciado por los hombres. Terminar con las siguientes jaculatorias:

¡Oh Corazón Inmaculado de María, compadeceos de nosotros!

CAMINA CON MARIA!!!.
A JESÚS POR MARÍA!!!.

EVANGELIO DE HOY
San Mateo 14, 22-36

SANTO DEL DIA
S. LIDIA, DISCÍPULA DE S. PABLO

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